No podia dejar que se fueran sin provar algo de las discotecas de la isla y como tenía buena pinta, decidimos ir a la fiesta de la espuma después de la puesta de sol de Benirrás y una cena rapida en Es Pins, donde Vicente nos informó que la espuma no la ivan a tirar hasta las 6 de la mañana.
Como no habiamos dormido demasiado estos dias entre playas y borracheras en la playa nos fuimos a acostarnos un rato al piso y luego nos iríamos para amnesia. Costó un poco levantarse para salir pero después de la ducha y un cubata que entro bastante forzado ya estabamos con los animos a tope.
Dentro, una sala a rebentar de gente, todos esperando a que los cañones empezaran a disparar, pero que cuando los encendieron aquello era un salvese quien pueda, masas de gente intentado salir de la espuma y masas de gente intentando entras... un caos. Mucho tio, mucho manos largas y pegajosos, pero fué divertido.
Después de la espuma con el fresquito que hacia y con el sol apunto de salir nos olvidamos del sueño y decidimos irnos a bañar a la playa. Ses Salines era nuestro destino y cuando llegamos estaba completamente desierta y con el agua tan cristatilna como siempre parecia que estabamos en el Caribe.
Cuando el Sol ya empezaba a calentar el cansancio también apretaba asi que decidimos ir para casa a dormir algo, que es su ultimo dia y aun quedaba visitar la parte antigua de Ibiza.
Después de dormir un ratillo hemos bajado a Ibiza a visitar el barrio antiguo y el castillo... luego ya solo quedaba acercarlos al aeropuerto y después de un pequeño retraso en el avion se va esta excelente compañia.
Nos vemos en setiembre compañeros, un besazo!
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